Tokio entre rascacielos, templos y tecnología

El mundo está globalizado, Tokio mantiene muchas diferencias, más de dos años de aislamiento, han dejado huella sin duda en la homogeneidad de su sociedad.

Sus tradiciones arraigadas y su cultura singular, claramente oriental, pero con influencia occidental, en el país nipón lo tradicional convive con lo más nuevo: los templos sintoístas y budistas con la tecnología más avanzada.

Sus estrictos rituales y normas sociales con la pasión por el manga; los videojuegos y un sinfín de excentricidades a los ojos del viajero, que parecen escapar a un mundo de orden donde todo funciona a la perfección.

La actividad en Tokio se despliega alrededor de las diferentes estaciones centrales de cada barrio, sus amalgamas de rascacielos, edificios comerciales y neones conforman los diferentes centros que integran el área metropolitana  de la capital nipona.

La tecnología, omnipresente

Cuando culminó el verano el lanzamiento esperado era el de la nueva Canon 70D, muchos curiosos y potenciales compradores se entretuvieron en la sección de fotografía de Yodobashi Camera, una cadena de tiendas especializada en tecnología.

La novedad se paga y el último modelo, sustituto de la 60D, se sitúa por encima en precio de la 7D, el modelo consolidado de gama superior, muchos de los vendedores se desenvuelven hablando inglés.

Pero lo compensan con amabilidad japonesa, enseñando las novedades que incorporan los últimos modelos. Cerca de los almacenes de tecnología se llega a un entramado de callejuelas cubiertas con un techo bajo, un mercadillo de electrónica para comprar toda clase de piezas desde enchufes, cables y recambio.

Está parada es obligatoria si has comprado algún aparato o quieres el adaptador a buen precio para usarlo en Europa.

En Super Potato, encuentras todo lo relacionado con los videojuegos de cualquier época, y todas las consolas desde los primeros grandes clásicos como la Super Nintendo, Megadrive o la primera PlayStation.

En las calles de Gina encuentras lugares de grandes firmas de la moda, pero también la flagship store de Apple en Japón o el Sony Building. Algunas de las avenidas del barrio tienen un aire de quinta avenida neoyorkina.

Se puede comer en una planta quince y tener la sensación de estar en una planta baja desde la ventana, se ve a los edificios de alrededor y continúan su escalada hacia el cielo.

Junto a un cruce en una de las arterias principales del barrio se alza el edificio Sony, showroom y firma de la tienda japonesa, uno de los gigantes de la electrónica de consumo a nivel mundial.

El recorrido a lo largo de varias plantas sirve de exposición de las últimas novedades de la marca y de próximos lanzamientos, telefonía móvil, imagen, videojuegos, fotografía, informática, los modelos de Smartphone.

El último modelo del iPhone, uno de los terminales más codiciados en el país del sol naciente. En otra zona, un par de chicos juegan PlayStation con gafas especiales que les permiten jugar una partida sin necesidad de dividir la pantalla, todo para ver, tocar, experimentar e informarse.

El país nipón es pionero en alta velocidad durante la segunda mitad del siglo XX, muchos trenes recorren el país de Norte a Sur cada día a velocidades de hasta 300 kilómetros por hora.